Infraestructuras que se preocupan por el entorno y por las personas

Avanzar hacia plataformas logísticas sostenibles, conectadas, digitales y seguras es un reto para el sector portuario español, uno de los más potentes del planeta. Puertos del Estado lidera numerosas iniciativas encaminadas a descarbonizar esta actividad y a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos

Jan 3, 2025 - 09:14
Infraestructuras que se preocupan por el entorno y por las personas

Cuando alguien escucha la palabra puerto, lo primero que le viene a la mente es un espacio próximo al mar repleto de grúas y de contenedores, donde se cargan y descargan mercancías que proceden de los buques que atracan en sus muelles. La realidad va mucho más allá, ya que los puertos españoles son un ámbito estratégico para la economía del país. El sector portuario genera un impacto económico anual de 24.304 millones de euros (el 2,2% del PIB), con 250.000 empleos directos e indirectos, lo que supone el 1,4% del total de puestos de trabajo en España.

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Acciones guiadas por la dimensión social y humana

Todas las acciones impulsadas por Puertos del Estado están encaminadas a mejorar la vida de las personas. De ahí que el organismo haya impulsado la creación del Comité Nacional de Bienestar de la Gente del Mar, cuyo nombre ya es toda una declaración de intenciones. Este foro reúne a representantes de la administración marítima y del ámbito empresarial, a ciudadanos y asociaciones civiles para colaborar entre todos a prestar la atención adecuada a los marinos que permanecen en tierra, además de velar porque los servicios que se ofrecen sean los adecuados. A partir de esta premisa, la idea es establecer comités locales en los principales puertos españoles y que así puedan extenderse las prestaciones a la mayor cantidad posible de beneficiarios. Otra iniciativa encaminada a facilitar la calidad de vida de la ciudadanía es la lucha contra el desperdicio alimentario. Mediante su coordinación con Sanidad Exterior, Puertos del Estado ha contribuido a la colaboración de los cruceros con los bancos de alimentos a través de un mecanismo sencillo y muy eficaz. La comida que no se consume en los barcos, siempre en buen estado y con las máximas garantías sanitarias, se entrega a las ONG para que la reparta entre los colectivos más necesitados.