Innovación, movilidad y empleabilidad: así es la Formación Profesional española
Una treintena de centros, la mayoría públicos, se benefician de las ayudas que CaixaBank Dualiza y FPEmpresa otorgan a los proyectos de FP más innovadores
“Vísteme despacio, que tengo prisa”. Este conocido refrán popular bien podría servir para ilustrar la profunda y metódica transformación de la Formación Profesional en España, tradicionalmente el patito feo del sistema educativo y que hoy luce con orgullo (y la seria convicción de todo lo que queda por hacer) las plumas de un cisne en el que destacan interesantísimos proyectos de innovación, becas de movilidad europea y una empleabilidad elevada. Un aspecto que, en parte, se debe al mayor nivel de participación empresarial en el proceso formativo, algo propio del modelo dual generalizado con la última reforma de la FP.