Iparralde, zona cero de la revolución culinaria vascofrancesa
La región se ha convertido en un imán para los chefs obsesionados con la tradición, el producto local y el buen vivir. Visitamos los restaurantes donde los protagonistas se suben cada servicio a una nueva ola de gastronomía sincera
Fuera del restaurante, las pintorescas y curvadas calles están encaladas, decoradas con adornos vascos rojos o verdes y alguna que otra pizarra anunciando gâteau Basque o piperade. Dentro, bajando por unos escalones de una cocina poco iluminada llena de tarros sin etiquetar y una panoplia de sartenes, me encuentro mirando fijamente a los ojos de un atún, tan brillante y reluciente que —pienso para mis adentros— a lo mejor sigue vivo.