Jordan Bardella se abre paso en el caos de la ultraderecha francesa
El eurodiputado y presidente del RN, de 29 años, formado con esmero por la líder del partido, no tiene vínculos con el oscuro pasado de la formación y posee la virtud y el defecto de no llevar el apellido Le Pen

Algunos organismos tienden a infligirse procesos de mutación extrema para sobrevivir. El actual Reagrupamiento Nacional (RN), por ejemplo, un artefacto político fundado hace 56 años bajo el nombre de Frente Nacional por exmiembros de las SS, un puñado de colaboracionistas antisemitas y antiguos terroristas de la OAS —la organización contraria a la salida francesa de Argelia que intentó asesinar al presidente Charles de Gaulle—, es hoy una formación que aspira a convencer al electorado francés de su fiabilidad. Pero el camino a la supuesta normalización ha estado plagado de renuncias y violencia interna. Tras renegar de sus orígenes, expulsar a su fundador —Jean-Marie Le Pen— y autoerigirse insólitamente en un azote del antisemitismo, la formación, muy a su pesar, podría ahora completar su transformación definitiva eliminando de su vértice la única constante: el apellido Le Pen.