Jóvenes voces flamencas para viejas dinastías: María Terremoto y Lela Soto renuevan el cante
Las cantaoras jerezanas, descendientes de grandes sagas, coinciden en publicar obras que se sitúan entre tradición y renovación
En algunas localidades de la Baja Andalucía —y de forma especial en Jerez, que ha gozado de una tupida red familiar, repleta de vínculos e interrelaciones— las dinastías flamencas han gozado históricamente de gran importancia. La memoria y consciencia de estas sagas, mayoritariamente gitanas, ha sido el vehículo para la transmisión y conservación de unas formas cantaoras propias y con acentos particulares en cada casa cantaora. Muchos de estos linajes son perfectamente rastreables y llegan a alcanzar el siglo XIX. El paso del tiempo ha hecho mudar costumbres y vivencias, pero no ha podido con la pervivencia de algunas de estas dinastías. Dos jóvenes jerezanas lideran en el siglo XXI la continuidad —y también renovación— de dos de estas sagas: la de los Terremoto, con María, y la de los Soto Sordera, con Lela, que coinciden en publicar discos de expresión muy personal y con marcada relevancia como cante de mujer.