Kafka, nuestro contemporáneo
El autor de ‘El proceso’ profetizó lo que a lo largo del siglo XX se convertiría en una práctica de los totalitarismos europeos: las delaciones. Ahora, la práctica de la denuncia se ha vuelto cotidiana en las redes sociales
En la Praga comunista Kafka estaba prohibido. Algo parecido pasaba en la Unión Soviética y otros países totalitarios, de modo que sus ciudadanos no habían podido leer a Franz Kafka. Las autoridades políticas de esos países eran conscientes de que el retrato que el autor hizo de los totalitarismos era tan preciso y lúcido que cualquier lector lo reconocería como una hipérbole del sistema político en el que vivía.