La brecha de género en los organismos internacionales: 73 países nunca han nombrado a una mujer como representante ante la ONU
La representación femenina en la cúpula de los estamentos multilaterales avanza con mucha lentitud, según refleja el informe anual de la organización GWL Voices

La historia de la desigualdad de género en el liderazgo de los organismos internacionales es la de las primeras y últimas mujeres. Y son, en ambos casos, pocas; tanto las primeras en llegar a un puesto y como las últimas que lo ocupan porque después nunca las sucede ninguna otra. En el primer caso está la española Nadia Calviño, que preside el Banco Europeo de Inversiones (BEI) desde enero de 2024, con la responsabilidad de decidir a qué proyectos se destinarán los 95.000 millones de euros de presupuesto para 2025. Es la primera mujer que ocupa este cargo desde la creación del organismo en 1958. Como ella, otra alcanzó el año pasado una posición que durante más de siete décadas fue terreno de hombres. Se trata de la argentina Celeste Saulo, la nueva secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial. Sus nombres destacan en el capítulo de “elecciones notables” del informe anual de GWL Voices, publicado este lunes, que analiza la presencia femenina en las principales 54 entidades multilaterales en las que se manejan los hilos del devenir mundial. Con las dos nuevas incorporaciones, 22 de ellas están encabezadas por mujeres.