La cerámica dibuja las fronteras del primer Estado de Europa occidental
El Argar tenía un sistema centralizado de producción y distribución de sus vasijas y objetos de barro fabricados con arcillas de un mismo lugar

Mientras en oriente, Egipto iniciaba la fase del Imperio Medio, Hammurabi levantaba el Imperio babilónico y en Creta florecía la cultura minoica de los Primeros Palacios, en Europa occidental aún estaban saliendo del Neolítico, salvo en el sureste de la Península ibérica. Entre el norte de la actual Almería y el sur de lo que hoy es Murcia emergió la cultura de El Argar hace algo más de 4.000 años. En unas pocas décadas alcanzó su máxima extensión, ocupando una superficie similar a la de Cataluña. Dominadores de la minería del cobre y apoyados en una producción extensiva de cereales en los llanos, los argáricos ya tenían clases sociales y una especie de parlamento aristocrático. Se conocen decenas de ciudades y centenares de asentamientos, pero no se sabía hasta donde llegaba su poder. El estudio de su cerámica ha permitido conocer ahora los límites de aquella civilización.