La creatividad bulliciosa del cine de animación de autor triunfa frente a las grandes producciones de los estudios

La letona ‘Flow’, que ha logrado dos nominaciones a los Oscar, y la australiana ‘Memorias de un caracol’, con una candidatura, desbordan una originalidad que reconoce hasta la Academia de Hollywood

Jan 31, 2025 - 05:00
La creatividad bulliciosa del cine de animación de autor triunfa frente a las grandes producciones de los estudios

Hubo un tiempo en que Pixar y Disney eran máquinas de hacer dinero en la animación principalmente por su creatividad y demostración de talento. En los años noventa filmes de Disney como La bella y la bestia —llegó a competir al Oscar a mejor película— o El rey león, junto al éxito de Pixar Toy Story, empujaron a la Academia a crear el Oscar a mejor largometraje animado. Se reconocía así un poderío artístico... aunque cuando en 2001 se entregó por primera vez esa estatuilla, la ganadora no fue ni de Disney ni de Pixar (y eso que la productora logró con Monstruos S. A. la nominación). Aquel primer año el Oscar fue para Shrek, megaproducción de DreamWorks; en la siguiente edición el premio se lo llevó la japonesa El viaje de Chihiro, de Hayao Miyazaki. El objetivo principal, premiar la excelencia, se cumplía.

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