La deuda condiciona a Acciona Energía
La empresa de renovables acomete desinversiones para mantener su calificación crediticia dentro del grado de inversión. El apalancamiento y la volatilidad de los precios de la electricidad le pasan factura en Bolsa
Todas las empresas de fuste cuentan con sistemas de alerta que activan protocolos cuando surgen problemas. Las alarmas saltan cuando las agencias de rating amenazan con bajar la calificación de la deuda; cuando las reformas de los mercados en los que operan acorralan los beneficios o cuando hay oscilaciones bruscas en los precios. Acciona Energía, la división renovable del grupo Acciona, que controla un 86,8% de sus acciones, ha activado los sistemas. El objetivo es calmar a los mercados; mantener la confianza de las agencias calificadoras para garantizar un acceso razonable a la financiación y sacar brillo a los activos de un escaparate renovable en el que exhibe 13,9 GW de potencia instalada —la cuarta parte en España—, fundamentalmente eólica (69%). La compañía que dirige desde 2021 Rafael Mateo, su consejero delegado, ha vendido activos en las últimas semanas por importe de 1.293 millones. Habrá más.