¿La economía? ¡Es la democracia, estúpido!
Además de comunicar sus logros, es imprescindible que los gobiernos progresistas ofrezcan una visión convincente del futuro

En la semana de la toma de posesión de Donald Trump como 47º presidente de los EE UU es inevitable que nos hagamos algunas preguntas: ¿cómo es posible que Trump haya llegado a la Casa Blanca tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021? ¿Cómo es posible que la ciudadanía estadounidense haya elegido de una forma tan clara a un delincuente convicto? ¿Es el trumpismo un movimiento que se agota en el propio líder o tendrá continuación en figuras como la de su vicepresidente J.D. Vance? Para comenzar a bosquejar sus respuestas es imprescindible retrotraernos a las elecciones del pasado noviembre y al balance de legislatura de Joe Biden.