La educación en el destierro: un día en la escuela para los niños desplazados del Catatumbo
El 28 de enero se inauguró en Cúcuta el Colegio temporal para la paz, un espacio para garantizar la educación de las víctimas de la violencia que amenaza el Norte de Santander


Una docena de autobuses detiene el tráfico matutino en una calle del centro de Cúcuta. Llevan letreros con nombres de hoteles, pero no transportan turistas. Están cargados de las niñas y niños desplazados por la crisis humanitaria del Catatumbo, que llegan al llamado Colegio temporal para la paz. El espacio, creado por varias entidades públicas y oenegés, desde el 28 de enero brinda educación de emergencia a las víctimas más jóvenes de una situación que suma más de 54.000 desplazados y por lo menos 56 muertos. “No pueden dejar de estudiar”, explica el rector Octavio Contreras mientras guía a varios pequeños desde la puerta de entrada.