La entrada del apartamento de Carrie Bradshaw en ‘Sexo en Nueva York’ se cerrará ante el hastío de su dueña
La propietaria del edificio en el barrio de West Village está cansada de que su vivienda sea un “destino turístico global” desde hace casi 30 años. Ahora, las autoridades de la ciudad le han concedido el permiso para obstaculizar la entrada con una verja metálica
Por las escaleras de la entrada del número 66 de Perry Street en el West Village de Manhattan, Carrie Bradshaw subió con sus tacones Manolo Blahnik en infinidad de ocasiones durante las seis temporadas de la mítica serie Sexo en Nueva York. También lo hizo durante las dos películas que continuaban la historia y en And Just Like That, secuela de la que se está grabando la tercera temporada. A pesar de que la casa de cuatro pisos y la fachada de piedra rojiza son muy similares a otras que se alzan en este barrio de Nueva York, legiones de fans de la ficción y de Sarah Jessica Parker —quien interpreta a la protagonista de la serie— han sido capaces de distinguir, durante años, el edificio y acudir allí para tomarse fotos, admirarlo y recrear las escenas de Carrie Bradshaw, siempre en tacones, en las escaleras de su apartamento. O ese era lo que sucedía hasta ahora. La dueña del edificio, identificada por The New York Times como Barbara Lorber, se ha hartado de que su propiedad sea un “destino turístico global” desde hace casi 30 años —Sexo en Nueva York se estrenó el 6 de junio de 1998— y, con el permiso de las autoridades neoyorquinas, obstaculizará con una verja metálica la entrada de lo que ella llama “su escalera celebrity”.