La eterna gatera del fútbol español
El inicio del juicio por el caso Rubiales nos recuerda, de un modo casi traumático, que el fútbol nuestro no se parece en nada al de ellos, que poco tiene que ver la pasión de nuestro abuelo con las sonrisas de bellaco que se gastan muchos de los personajes que estos días desfilan por el juzgado

Huele el fútbol español a cerrado, a casa sin ventanas, a salón de fumadores y a un montón de cosas más, casi ninguna de ellas agradable. Apenas lo notamos de lunes a domingo, el tiempo medio que solemos dedicar a lo más importante de lo menos importante. Y es una lástima porque, si la semana tuviese dos o tres días más, serían otros dos o tres días que dedicaríamos al fútbol, de eso no tengo casi ninguna duda.