La Fiscalía mexicana apunta a la gobernanza criminal con el ‘caso Aureoles’
Después de romper el molde con el envío de 29 capos a EE UU, la justicia enfoca el nexo entre política y delincuentes


Febrero ha cambiado el panorama de la justicia en México, al menos en el sentido de las posibilidades, en un momento en que Morena gestiona un poder omnímodo. Después de mandar a 29 capos y líderes criminales medianos a Estados Unidos, la semana pasada, el Gabinete de Seguridad apunta ahora a la arista institucional de la gobernanza criminal, el monstruo amorfo que domina grandes regiones del país, la pinza entre el crimen y la política. El primero en la mira ha sido Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán, viejo compañero de filas de muchos morenistas, que antes compartieron con él las siglas del PRD.