La guerra abierta por el Sabadell fuerza al BBVA a contemplar una opa sin fusión
Mantener los dos bancos separados puede ser una alternativa para que el Gobierno blinde la catalanidad de la entidad vallesana
La opa por el Sabadell se endurece por momentos. El cambio de la sede del banco, de Alicante a Cataluña de nuevo, no ha hecho sino encender la encarnecida batalla que libran el BBVA y el equipo directivo del banco catalán, con la intermediación del Gobierno, que se ha opuesto frontalmente a la transacción. Si bien el Ejecutivo no puede vetarla, sí la puede complicar sobremanera, elevando las condiciones que imponga la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y bloqueando la fusión posterior a la opa que el banco que lidera Carlos Torres planea ejecutar si la oferta tiene éxito. Este extremo, una opa sin una fusión posterior, no es el escenario ideal para el BBVA, pero va cundiendo en el mercado la idea que lo puede ver como un mal menor, que le permitiera al menos integrar al banco catalán, aunque manteniéndolo como una entidad separada.