La guerra cibernética entre Ucrania y Rusia se intensifica en paralelo al conflicto militar
El Registro Civil de Kiev colapsó el 19 de diciembre por uno de los pirateos informáticos más graves desde el inicio de la invasión, un tipo de acciones que aumentó en 2024 casi un 70%
Una de las primeras noches de enero suenan las sirenas antiaéreas en Kiev porque se ha detectado una amenaza de ataque con misiles balísticos rusos. No hay rincón en la capital ucrania que escape al estridente sonido, pero en la recepción de un céntrico hotel tres recién nacidos duermen a pierna suelta en sus cucos, ajenos a la preocupación de sus padres, que permanecen con un ojo puesto en ellos y el otro en los avisos en Telegram sobre el bombardeo. La alarma los ha sacado sus habitaciones y los ha llevado a refugiarse en la planta baja del alojamiento. Pero ellos no solo son víctimas potenciales de las bombas: esos tres bebés, dos de ellos mellizos, están entre los incontables damnificados de un conflicto invisible, pero muy real, que se está librando paralelamente a la invasión terrestre a gran escala iniciada por Rusia en 2022: la ciberguerra.