La guerra diaria del frigorífico vacío
La Unión Europea pide a la población que se prepare ante un posible conflicto bélico, pero hay otras batallas más cercanas y más urgentes

Que la cosa pinta mal ya lo sabemos, ¿pero tanto como para lanzarse al supermercado a comprar agua, latas de atún, baterías y rollos de papel higiénico justo después de haber pasado por la farmacia para acaparar medicamentos y tiritas? La noticia de que Bruselas va a pedir a los ciudadanos europeos que preparen sus hogares para una guerra es rara, y no solo por lo que dice, sino por lo que no. Que la cosa está fea, tirando a muy fea, no se le escapa a nadie, ¿pero hasta el punto de que los burócratas de la Unión Europea se hayan atrevido a dirigirse directamente a cada ciudadano para meterle el miedo en el cuerpo --y no un miedo abstracto, sino un miedo concreto, el de la luz que no enciende, la despensa vacía y las farmacias cerradas--?