La herida sin fin de Novak Djokovic
El campeón de 24 grandes, pitado por la grada de Melbourne tras abandonar ante Zverev, denuncia una larga persecución para “socavar constantemente” sus logros
¿Sería imaginable una pitada a Rafael Nadal en su reino de Roland Garros o a Roger Federer en el santuario de Wimbledon? Improbable, muy improbable, de ahí el impacto de lo acontecido en Melbourne, donde a la salida de la pista de Novak Djokovic le acompañan los abucheos; no generalizados, pero sí lo suficientemente audibles y corales como para que prevalezcan sobre los aplausos.