La historia europea, ese estribillo

Veo una Europa dividida en la que los grandes artífices de la democracia de 1945 están ausentes o apenas encogidos en un tímido mechinal

Mar 18, 2025 - 06:00
La historia europea, ese estribillo

En 1939, poco después de la invasión nazi de Polonia, la filósofa y militante Simone Weil respondía al estupor escandalizado de los europeos recordando que “Hitler estaba haciendo con Europa lo que Europa había hecho siempre con los otros pueblos”. Weil, judía de origen, cristiana de pensamiento, anarquista de convicción, luchó contra el fascismo en España y acabó dejándose morir en Inglaterra en solidaridad con las víctimas del nazismo a las que no podía ayudar. Representaba y sigue representando, sin duda, lo mejor de esos valores europeos que nos gusta nombrar en las grandes crisis y traicionar en las rutinas de gobierno. Cuando hablamos de la democracia, del pensamiento griego, de la civilización, de la antorcha de la libertad, de la revolución francesa, del laicismo, de la tolerancia, del liberalismo, solemos olvidar que fueron siempre otros europeos, y no los bárbaros de Hulagu, los que amenazaron y a veces troncharon de la manera más salvaje esos valores, y ello hasta el punto de poder afirmar que los europeos nos recordamos, en realidad, mucho mejores de lo que fuimos. En el interior, fue Hitler, y no Bin Laden, quien destruyó Europa; en el exterior, la esclavitud, el colonialismo, el genocidio, productos genuinamente europeos, justificaron el retruécano preciso de Anatole France en 1920: “De nosotros los civilizados, los bárbaros solo conocen nuestros crímenes”.

Seguir leyendo