La horma del lujo: Matteo Tamburini agita la esencia de una de las marcas clave del calzado italiano
Tras el golpe de timón por el que ha pasado de ser una empresa de cotización pública a compañía privada, el grupo Tod’s recupera la libertad de gestión al tiempo que sube la apuesta creativa con el fichaje de Matteo Tamburini como diseñador de su buque insignia. En su sede central de Brancadoro, al este de Italia, tradición y modernidad caminan juntas

La mano de Toni es la mano de Dios en Tod’s. Entre sus dedos, la piel en la que el lujo encuentra su horma cada temporada se vuelve líquida. Estruja una pieza de vacuno y observa cómo los pliegues vuelven a su ser tras el apretón, garantía de curtido adecuado. Por las líneas imperceptibles para otros que no sean sus ojos sabe que aquí o allí estaba el cuello del animal. Con la lupa, escruta las posibles imperfecciones de la flor (los poros), y con el densiómetro, comprueba la uniformidad del grosor. Guarda, dice en italiano invitando al periodista a echar un vistazo al efecto natural del llamado cuero de grano, cuyo relieve enfatiza el acabado. Su destino no tiene pérdida: los zapatos de la colección de mujer, los bolsos y los pequeños accesorios marroquineros. Para el ante (el reverso de la piel), los planes son distintos: los mocasines, femeninos y masculinos, sobre todo los Gommini, el emblemático modelo de suela con tacos con el que Tod’s echó a correr hace ya cuatro décadas largas.