La oposición a Putin en el exilio da señales de debilidad un año después de la muerte de Navalni
Rusos críticos con el Kremlin lamentan la espiral de acusaciones mutuas entre los disidentes que abandonaron el país. Las divergencias se producen en un momento clave para la guerra en Ucrania
Miles de rusos se acercaron este domingo al cementerio moscovita de Borísovo para homenajear al disidente Alexéi Navalni, fallecido en febrero de 2024 en una prisión del Ártico en circunstancias sospechosas. Su nombre aún perturba al Kremlin. El disidente sigue incluido en la lista de “extremistas” del Gobierno y los casos penales contra él no han sido cerrados. Sin embargo, el sacrificio que hizo hasta su muerte al intentar mantener desde prisión su lucha contra el líder ruso, Vladímir Putin, ha quedado opacado por las batallas internas de la oposición en el exilio. En un momento clave para la guerra en Ucrania, con la perspectiva de que el presidente estadounidense, Donald Trump, acuerde con Putin las condiciones de un hipotético final del conflicto, los seguidores de Navalni no ocultan ya el hartazgo con los cruces de acusaciones entre las figuras opositoras y su desconexión de la realidad del país.