La pesadilla interminable de los desplazamientos forzosos en Gaza
La ruptura del alto el fuego y las órdenes de evacuación del ejército israelí obligan de nuevo a miles de palestinos a huir con sus escasas pertenencias a cuestas y sin perspectiva de encontrar un lugar seguro

En una palangana de metal, con un chorrito de agua y una pizca de jabón, Rowan Radwan, una madre palestina de 22 años, lava la ropa de sus hijas con la esperanza de eliminar el olor a orina y la suciedad tras días de traslados por Gaza de un refugio a otro. Sus hijas, Wateen, de dos años, y Tulin, de cinco meses, aún no han tenido un hogar en su vida, y el último lugar al que se han visto desplazadas ―una habitación abarrotada dentro de la abandonada prisión central de Jan Yunis, en el suroeste de la Franja― no será el último.