La recompra de acciones en banca empieza a perder brillo para los inversores
El mercado comienza a reclamar un uso más productivo al exceso de capital, que contribuya a fortalecer el negocio, aunque los ajustes en la retribución al accionista sean mal recibidos
En 2024 ha habido dos acontecimientos en la banca europea que revelan claramente las aspiraciones de las entidades con un mayor exceso de capital. La pandemia había impuesto un cerrojazo en la retribución al accionista en los bancos europeos y la posterior vuelta a la normalidad en los pagos trajo un nuevo ingrediente, las recompras de acciones. Se han hecho imprescindibles como vía de remuneración al accionista. Pero hay bancos que generan un exceso de capital que permite ir más allá y que han abierto la caja de las operaciones corporativas en el sector, no ya como movimiento defensivo ni como resultado de una quiebra, sino como vía con la que crear valor para el accionista recurriendo a lo básico, a la ampliación del negocio. La opa de BBVA sobre Sabadell y la adquisición por parte de Unicredit de una participación del 28% en Commerzbank, a la que ha añadido la opa sobre su rival italiano BPM, son ejemplos de que el sector ya afronta de cara cómo poner a trabajar su capital para generar más negocio y más valor para el accionista.