La reina del ‘tex-mex’ y la asesina: el mito de Selena sigue vivo 30 años después de su muerte
La denegación de la libertad condicional a Yolanda Saldívar, la mujer que mató a la leyenda de la música latina, revive las circunstancias del crimen y el inconmensurable legado de una vida segada a los 23 años

El museo de Selena Quintanilla-Pérez en Corpus Christi, una ciudad de mayoría hispana en el sur de Texas, frente al Golfo de México, contiene casi todo el universo de la Reina de la Música Tex-Mex: centenares de retratos de la cantante, su Porsche rojo, la colección de huevos de Fabergé, los premios y discos de oro y platino, una veintena de los trajes que ella misma diseñaba y la riada de fans que van pasando por grupos cada pocos minutos. De la mujer que la mató por la espalda, Yolanda Saldívar, no hay rastro. Y una sutil elipsis da cuenta ―en las cartas de pésame de, entre otros, el presidente Bill Clinton y George Bush hijo, entonces gobernador de Texas― de la muerte el 31 de marzo de 1995 de una artista de 23 años que ya había hecho historia en la industria del pop latino y en la comunidad mexicano-americana en Estados Unidos.