La resistencia del pueblo mosetén a la extinción toma un nuevo impulso gracias a un diccionario franciscano del siglo XIX
El libro, que acaba de ser inscrito en el programa Memoria del Mundo de la Unesco, recoge una traducción en castellano de la lengua de esta nación indígena de Bolivia, ocupada históricamente por aimaras, quechuas y misiones evangelizadoras. El idioma, con solo 737 hablantes, está en peligro de extinción
En el norte de la ciudad de La Paz, en una región de transición ecológica en la que conviven montañas y llanos, se asentaron hace cientos de años los mosetenes, originalmente nómadas. Ubicados en un espacio limítrofe, han tenido que convivir con la ocupación de aimaras y quechuas desde el occidente y con las misiones que evangelizaban el Amazonas por el norte. Por ello, la inscripción, el pasado noviembre, del Diccionario mosetén-castellano (1874) en el programa Memoria del Mundo de la Unesco es un acto de resistencia de una nación cuya lengua, con 757 hablantes, está al borde de la extinción.