La responsabilidad histórica de Friedrich Merz
El nuevo canciller alemán tiene la tarea de liderar Europa junto con Londres y París tras la ruptura de las reglas que supone el matonismo errático de Trump


El 23 de febrero de 2025, cuando se aproximaba el tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, Alemania acudió a las urnas. Fueron unas elecciones anticipadas tras la agria ruptura de la coalición “semáforo”, que no había logrado llevar a cabo el cambio de época (Zeitenwende) que había prometido, la transformación de la política exterior y económica del país. Además, se celebraron en un momento trascendental de la historia del país, quizás comparable con 1949 y 1989. En aquellas dos ocasiones, los alemanes (occidentales) podían contar con Estados Unidos. Hoy, no tanto.