La sed de agua llega a los mercados: cómo aprovechar la creciente demanda de centros de datos y fábricas de chips
El uso del líquido para aplicaciones tecnológicas abre el abanico de opciones de inversión. El Banco Mundial calcula las necesidades anuales de infraestructuras hídricas entre 120.000 millones y 130.000 millones de euros

Cuando Taiwán atravesó su peor sequía en 50 años, durante 2021, el productor de chips TSMC tuvo que llevar agua en camiones cisterna para no parar sus plantas. La crisis hídrica en la isla puso en jaque la cadena global de suministro de semiconductores— TSMC es el mayor fabricante del mundo —y profundizó la crisis de los circuitos integrados. Ahora la industria busca asegurarse la provisión de agua, necesaria no solo para la fabricación de chips, sino también para refrigerar los centros de datos, un mercado donde se vislumbra el potencial inversor. Las inversiones previstas en infraestructuras hídricas para actividades productivas oscilan entre los 120.000 millones y 130.000 millones de euros anuales hasta 2030, según el Banco Mundial y la ONU.