La seguridad presidencial cierra las calles del centro histórico de Bogotá
El perímetro que rodea la Casa de Nariño siembra de obstáculos el paso de peatones en el corazón de la capital de Colombia
Caminar las calles del centro histórico de Bogotá se ha convertido en una carrera de obstáculos, en el mejor de los casos. Una buena porción del espacio público del corazón de la capital de Colombia, y numerosas edificaciones históricas, hoy son inaccesibles para los peatones a pesar de las promesas de apertura con las que el presidente Gustavo Petro comenzó su Gobierno. El principal motivo es, paradójicamente, el voraz avance del perímetro de seguridad que rodea la Casa de Nariño, el palacio presidencial.