La SEPI propone sustituir a Álvarez- Pallete al frente de Telefónica por Marc Murtra
La operadora convocará un consejo extraordinario para sustituir al actual presidente tras nueve años al frente del grupo de telecomunicaciones
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo industrial del Estado y principal accionista de Telefónica, propondrá al actual presidente de Indra, Marc Murtra, como sustituto de José María Álvarez-Pallete al frente de Telefónica, según confirman a EL PAÍS fuentes conocedoras de la operación. El ingeniero catalán lleva cuatro años al frente del grupo de tecnología y defensa, controlada también por la SEPI, que es dueña del 28% del capital de Indra.
Un mandato marcado por el declive de las telecomunicaciones
José María Álvarez-Pallete ha tenido que lidiar con todo ese cambio accionarial del que no ha sido protagonista. Se enteró por sorpresa de la irrupción de STC y tampoco tuvo conocimiento hasta poco antes de que se produjera de la entrada en el capital de la SEPI. Llegó a la presidencia en abril de 2016, de la mano del ya fallecido César Alierta, quien fue siempre su mentor y le eligió primero para gobernar las finanzas de la compañía y posteriormente como delfín para sustituirle en el cargo.
Desde entonces ha sufrido el declive de un sector como el de las telecomunicaciones, tanto en el plano del negocio como en el bursátil. Precisamente, este aspecto es el que más quebraderos de cabeza le ha dado a Álvarez-Pallete. Cuando llegó a la presidencia el 8 de abril de 2016 la acción cotizaba a 9,31 euros; el pasado viernes, cerró a 3,97 euros. Es decir, que durante su mandato la capitalización de la compañía ha caído un 57%. Para compensar esta depreciación, que ha afectado a todas las grandes telecos europeas, Álvarez-Pallete ha llevado a cabo una política generosa de dividendos y recompra de acciones pero no ha dejado del todo contento al accionista.
En el plano del negocio, tras el periodo de expansión protagonizado por su predecesor con compras masivas de compañías en el exterior (Bell South y O2, entre otras), Álvarez-Pallete dio un giro en esa estrategia buscando una mayor rentabilidad y una reducción de la abultada deuda. Para ello se ha concentrado en cuatro mercados estratégicos (España, Brasil, Alemania y Reino Unido), pero no ha logrado frenar la caída de ingresos que afecta al conjunto del sector, cuya facturación ha caído en un tercio en la última década por la competencia de las nuevas compañías low cost y el empuje de las tecnológicas estadounidenses como Google o Facebook. No en vano, el directivo, actual presidente de la GSMA; la asociación mundial de operadoras móviles, no ha parado de quejarse de estas compañías que ocupan masivamente las redes pero cuya inversión corre a cargo exclusivo de las telecos.
Sus intentos de desinversión en Hispanoamérica, que agrupa filiales ruinosas como Venezuela o Colombia, han resultado fallidos (con excepciones como la venta de las filiales de Centroamérica). Tampoco ha sabido atraer el interés de los inversores para participar en el negocio innovador agrupado en la filial Telefónica Tech. En su haber, y siguiendo el ejemplo del resto de telecos europeas, hay que apuntar la rentabilización de la red móvil, cuya venta millonaria a American Tower a través de Telxius supuso una importante inyección de fondos.