‘Las pequeñas mudanzas’: La paternidad fugitiva y la herencia materna
Vanessa Espín habla de las heridas de las hijas de mujeres solteras a través de cuatro generaciones femeninas de la misma familia

“Toda la vida es mudanza hasta ser muerto”, declamaba al oído del viajero la voz grabada de Valle-Inclán, trémula, de bajo profundo, durante una representación itinerante de La lámpara maravillosa, guiada por Íñigo Rodríguez-Claro y Carlota Gaviño. A tales giros copernicanos de los afectos se refiere Vanessa Espín en Las pequeñas mudanzas, poema dramático donde se entrecruzan la autoficción y el Don Gil de las calzas verdes, la comedia de Tirso de Molina que se representa también en este mismo Teatro de la Comedia, cinco plantas más abajo. La autora madrileña habla de las heridas que sufren las hijas de madres solteras, como lo es ella misma; y de sus intentos de restañarlas, para no dejarlas en herencia.
Las pequeñas mudanzas
Texto y dirección: Vanessa Espín.
Diálogo contemporáneo a partir de Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina.
Intérpretes: Cris Blanco, Elena González y Julia Rubio.
Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 30 de marzo.