Lo que hacía Elon Musk era parar un taxi
Trump y sus aliados captan nuestra atención con mensajes delirantes mientras el presidente firma decretos que nos perjudicarán a todos
Nos esperan cuatro años de cenar tortilla de ibuprofeno cada noche, porque la turra trumpista viene con el volumen al máximo. Donald Trump no lleva ni una semana de presidente y ya hemos pasado por varias crisis de comunicación. La más llamativa ha sido la provocada por Elon Musk: durante su discurso tras la toma de posesión de Trump hizo (dos veces) un saludo nazi, pero no era un saludo nazi porque en realidad solo entregaba su corazón al público con un gesto que, por una tremenda casualidad, era calcado a un saludo nazi. Aunque ¿por qué no pueden ser las dos cosas? Lo nazi no es incompatible con lo cursi.