Los “contaminantes eternos” que amenazan a Europa
Países como Alemania y Dinamarca piden la prohibición de los PFAS, sustancias químicas que no se degradan, mientras la industria presiona a Bruselas contra cualquier restricción

Los PFAS o compuestos perfluorados, son un grupo de agentes químicos que no se degradan y pueden acumularse con el paso del tiempo, con efectos perjudiciales para la salud humana. Se les conoce como “sustancias químicas para siempre”. Y se han convertido en una grave amenaza para la salud pública. Están presentes en una amplia variedad de productos debido a su resistencia excepcional. Desarrollados hace 80 años, se encuentran hoy en todas partes: en el agua potable, en los alimentos que consumimos e incluso en nuestra sangre. Estos compuestos se han vinculado al desarrollo de cáncer y trastornos inmunológicos, y en Europa se han identificado al menos 2.305 puntos críticos de contaminación. Mientras países como Alemania y Dinamarca exigen su prohibición, el sector industrial intensifica su presión sobre Bruselas para bloquear cualquier intento de restricción.