Los garífunas de Guatemala luchan por preservar su lengua frente a la migración y el abandono: “Nuestros libros son las canciones”
Solo un 5% de los miembros de esta comunidad habla el idioma original, un gesto que es visto por algunos como un atraso. Lingüistas, profesores y la diáspora intenta preservarlo y pide apoyo al Estado para imprimir libros y crear una academia


Es de noche en Livingston, el único pueblo caribeño de Guatemala y corazón de la cultura afroindígena garífuna. De repente, se oyen trompetas y el ritmo hipnótico de los tambores llena el aire. Desde una calle oscura, apenas iluminada por una débil luz pública, aparece un grupo de mujeres que caminan en dos filas. La música crece y de pronto empiezan a girar, desplegando las faldas típicas del pueblo maya ch’orti’. Pero no son mayas. Son garífunas o garinagu, en su idioma. Bailan al compás del pororó, un baile sincrético dedicado al culto de la Virgen de Guadalupe, que mezcla influencias mayas y católicas, mientras se dirigen hacia un salón municipal, donde la fiesta se prolongará hasta la madrugada.