Los refugiados en Goma, obligados de nuevo a desplazarse: “Aquí podemos morir fácilmente”
Las cerca de 700.000 personas que vivían en los campamentos en los alrededores de esta ciudad de República Democrática del Congo se ven forzadas a regresar a sus hogares ahora que el M23 consolida su control en el territorio

En las calles de Goma, al este de la República Democrática del Congo, la vida parece continuar con normalidad. Sin embargo, junto a los numerosos mototaxis que circulan y las pequeñas tiendas que han vuelto a abrir, todavía hay cascos vacíos en las cunetas. Todos los días se encuentran bombas y granadas sin explotar: son restos de la sangrienta batalla entre la milicia rebelde del M23 y el ejército congoleño que tuvo lugar en estas calles hace apenas unas semanas. Tras el asedio de Goma, el M23, un grupo armado bien entrenado, ha estado a cargo de la ciudad, que trata de reponerse del horror. Los enfrentamientos de enero dejaron cerca de 3.000 fallecidos, según cálculos de la ONU, y a decenas de miles de desplazados que se debaten si continuar en los campos de refugiados vecinos o regresar a sus pueblos para estar más seguros.