Los socialistas se envuelven en la “dignidad” de pagar impuestos
El ala mayoritaria del Gobierno defiende que el salario mínimo “no es caridad, es retribución”. Los grupos a la izquierda tampoco ceden


Desde que hace seis días estallara la crisis entre el ala socialista del Gobierno y sus coligados de Sumar, los argumentos toman nuevos derroteros, sobre todo en el PSOE. La tributación en el IRPF del salario mínimo interprofesional (SMI,) al superarse el mínimo exento con la nueva subida, motivo de la discordia, ha pasado a una nueva fase argumental. Los miembros socialistas del Gobierno y la cúpula del PSOE han decidido no solo no dar marcha atrás sino defender con ahínco esa tributación como indicativo de que la subida, por fin, permite a los perceptores incorporarse al grueso de los contribuyentes, señal inequívoca de la mejora sustancial de su situación. Nada de colocarse a la defensiva sino exhibir esa tributación como un logro. Así lo corroboran interlocutores gubernamentales y de la cúpula del PSOE. En las próximas horas, desde Sumar se rebatirá este argumento, así como en Podemos, ERC, EH Bildu, BNG y el PP. Este último no se mostró favorable a la subida del SMI, pero, al desencadenarse la discrepancia, se sumó a la gresca para calificar de un atropello más de Pedro Sánchez imponer la tributación al salario mínimo una vez superado el actual mínimo exento.