Lucas Pérez: Volver a la herida
La distancia es un barniz fabuloso para los recuerdos, lucimos más y mejor descontextualizados: regresar es muy complicado. Pero la historia de O’Neno en el Deportivo tenía que ser diferente

La idea del regreso puede llegar a ser aterradora. Recuerdos convertidos en ficciones tras décadas alejados de casa. En mentiras. El olor de las comidas condensado en una historia que le cuentas a tus hijos y los amigos, cada vez más, licuados en la batidora del teléfono para unirlos a una vida que os separa. La distancia, esa es la parte buena, aporta también un barniz fabuloso a la memoria. Y a nosotros mismos, que lucimos más y mejor descontextualizados: futbolistas, directivos expatriados, viajeros y corresponsales que ya no pintan nada en una redacción. No hay mejor maquillaje que los kilómetros, aunque a veces toque volver y hurgar en la herida de tu vida. Pero la historia de O’Neno iba a ser diferente.