Macasar, la planta que enamora y escribe con su perfume historias de amor y jardines
Pocos conocen este arbusto a pesar de que su olor es uno de los reyes en los vergeles invernales: sus flores regalan una fragancia dulce, especiada y con recuerdos de azahar
Para ciertas plantas no existen muchos libros cuyas líneas las definan. Y ello aún a pesar de que esas plantas también escriben, en el aire y con su perfume, historias de amor, historias de jardines. Al macasar (Chimonanthus praecox) estos días de enero no le hacen falta páginas para enamorar a quienes se encuentren con él, ya que se trata de un arbusto con unas flores fragantes, cuya esencia impregna el jardín en el que crezca. Su perfume es dulce, con un ligero toque especiado, con fondo de violeta (Viola odorata) y recuerdos a azahar (Citrus spp.). Pocas personas lo conocen, para su desgracia, porque debiera ser más cultivado. Pese a ser uno de los reyes en el jardín invernal, casi se podría afirmar que prácticamente ningún proyecto jardinero lo incluye en sus diseños.