María Moro: “Todo tiene que tener pátina, las joyas que diseño parecen heredadas”

Un viaje a Sri Lanka cambió la vida de María Moro. Allí diseñó su primera joya, lo que la llevó a crear su propia firma, Oona. “Ahora la gente quiere piezas únicas, se valoran la trazabilidad y la personalización”, sostiene. Visitamos su casa-estudio en Madrid

Jan 5, 2025 - 00:00
María Moro: “Todo tiene que tener pátina, las joyas que diseño parecen heredadas”

Sri Lanka era la auténtica desconocida de Asia”, asegura María Moro ante la pregunta de qué la llevó a ese país, que ahora es parte de su vida. Se pasa el año viajando de Madrid a Galle, una ciudad-fortaleza con huellas del paso de portugueses, holandeses y británicos, considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y ubicada al suroeste de la isla. Muy cerca, junto al lago Koggala, en plena naturaleza, tiene una casa a la que regresará en cuanto pasen las Navidades. Antes de recalar ahí, Moro había viajado mucho por el Sudeste Asiático. Lo primero que conoció fue Birmania, —”cuando el país empezaba a abrirse un poquito y aún era muy difícil viajar, no se podía llevar teléfono móvil”—, después Camboya, Laos, Indonesia... pero esa isla bañada por el océano Índico llamada Sri Lanka era aún un misterio. “Llevaban muchos años en guerra, la primera vez que fui era 2004 y acababa de pasar lo del tsunami, y dije voy a ver qué puedo hacer para ayudar, para colaborar en la reconstrucción. Me quedé enamorada del país. Luego volví otra vez de vacaciones y supe que era mi paraíso. Inicialmente, me tomé un año sabático y salí del mundo corporativo”, recuerda. Fue entonces, en 2013, cuando pasó del marketing al diseño de joyas, dejó atrás una carrera en el sector editorial y del lujo y creó su firma, Oona Collections.

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