“Mi ex, el innombrable” (o el efecto Voldemort): en qué consiste la incapacidad de pronunciar el nombre de alguien
La alexinomia todavía se investiga y aún no cuenta con un diagnóstico sólido y definido, pero cada vez más personas comparten la ansiedad que les causa llamar a ciertas personas por su nombre

Esa persona de la que usted me habla. Las palabras de Mariano Rajoy, que se hicieron célebres y con las que se refería en 2014 a personas a las que no le convenía (políticamente) mencionar, son una muestra de la fuerza que puede tener un nombre. A ese poder alude, por ejemplo, el gurú de la autoayuda Dale Carnegie y autor de libros como Cómo hablar bien en público (Booket, 2025). “Decir el nombre de una persona es para ella el sonido más dulce e importante”, asegura. Pues bien, solo hay que darle la vuelta y pensar en el otro gran poder: no decirlo.