Nelson Ardila, ayudante de cocina deportado por Trump: “Nunca me había sentido tan vulnerable como cuando me pusieron las esposas”
El colombiano intentó emigrar a Estados Unidos para darle un mayor apoyo económico a su mamá y a su hermano mayor
Nelson Ardila estaba rezando junto a otros migrantes en su cuarto del Centro de Detención de Port Isabel (Texas) cuando se enteró de que su sueño de migrar a Estados Unidos se había esfumado. Un guarda de seguridad interrumpió las oraciones de la tarde del 28 de enero para anunciar que él y el pastor, que también estaba detenido, se iban a las ocho de la noche. El migrante intentó averiguar qué había pasado con la entrevista que le habían prometido para evaluar su situación y la razón por la cual su sobrino se quedaba, pero fracasó. “No puedo darle información”, fue todo lo que escuchó. Minutos después, dice, comenzó la brutalidad. Lo esposaron de pies y manos y encadenaron los grilletes a la cintura, como si fuera un criminal. “Nunca me había sentido tan triste y vulnerable”, comenta este colombiano de 37 años, asistente de cocina de un restaurante de Bucaramanga.
Aviones y cruceros para traer más deportados
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha asegurado que su Gobierno continuará con el envío de aviones militares a Estados Unidos para traer a los migrantes deportados. “Estamos recogiendo a nuestros colombianos y colombianas y por eso llegan en condiciones de dignidad”, enfatizó en una entrevista transmitida el viernes 31 de enero en Univision. Explicó que el vuelo estadounidense de ese miércoles, en el que los migrantes llegaron esposados, fue un error que no se repetirá. “Alguien lo autorizó sin el conocimiento del presidente. Eso tiene responsabilidades internas, pero la decisión del presidente es que no se aceptan colombianos y colombianas esposados”, comentó.
El mandatario ha señalado que se buscarán alternativas en caso de que el volumen sea demasiado alto en los próximos meses. “Si aumenta, lo cual es previsible, entonces mandaremos cruceros, que pueden llevar 1000, 2000, 4000 y hasta 6000 personas”, dijo. Sin embargo, reconoció que aún falta firmar un protocolo para acordar cómo funcionará la deportación a largo plazo. De acuerdo con Petro, lo último que se había logrado de parte de la Administración de Biden (2021-2025) había sido que los niños y sus madres no viajaran esposados. La idea ahora sería expandir esto a todos los deportados que no tengan antecedentes penales. “El migrante no es un delincuente”, enfatizó el presidente en su entrevista televisiva.