Ni reprimir, ni rezar, ni traducir: latinos en Nueva York crean cuidados de salud mental incluyentes
La falta de terapeutas bilingües, a un precio asequible, y culturalmente competentes complican el acceso a salud mental profesional para los hispanos
La terapeuta Ingrid Camacho odia escuchar las últimas cifras del Departamento de Salud de Nueva York que dicen que sólo tres de cada diez latinos diagnosticados con depresión acceden a tratamiento. Mientras, más del 50% de los adultos blancos con la misma enfermedad logra acceder a cuidados de salud mental. La necesidad es evidente, pero el acceso a cuidado profesional para tratar la salud mental sigue siendo limitado para los latinos, lo cual deja una brecha crítica. “Creo que yo solía ser una de esas personas que decía que necesitaba ayuda y no podía acceder a ella”, dice Camacho. Esta terapeuta de 31 años creció en Queens en una casa puertorriqueña, donde las expectativas de comportamiento estaban regidas por la fe cristiana. “Me enseñaron que Jesús debería ser suficiente”, recuerda.