No nos lo podemos permitir
Las temperaturas consistentes con las políticas y compromisos actuales podrían doblar los 1,5ºC, desencadenando riesgos climáticos cada vez más frecuentes y severos
La realidad es tozuda. 2024 fue un año, otro, en el que las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron en el mundo, el 2% según Global Carbon Budget 2024, sin que las ganancias de eficiencia energética o la penetración de renovables en el mix energético bastaran para compensar el efecto de la mayor actividad económica. Sin un desacoplamiento significativo, inmediato y sostenido entre crecimiento económico y emisiones, cada año que pasa parece menos probable lograr emisiones netas nulas a mediados de este siglo: menos del 10% de mantenerse las tendencias actuales, según un sencillo ejercicio publicado por BBVA Research.