Noruega debate su relación con la UE en la nueva era Trump
Los laboristas gobiernan en solitario tras la ruptura del Ejecutivo de coalición. Stoltenberg regresa como ministro de Economía para limitar el impacto de la guerra comercial, que, alerta, puede ser la peor “desde antes de la II Guerra Mundial”

La fiebre arancelaria de Donald Trump y la relación energética con la Unión Europea han alterado profundamente la política noruega en las últimas semanas. Las discrepancias en torno a la adopción de unas directivas comunitarias sobre energía dinamitaron la coalición de gobierno a finales de enero. Jens Stoltenberg, ex primer ministro noruego y ex secretario general de la OTAN que mantuvo una buena relación con el presidente estadounidense durante su primer mandato en la Casa Blanca, ha regresado a Oslo como flamante ministro de Economía y ha impulsado las opciones de que el Partido Laborista (socialdemócrata) se mantenga en el poder tras las elecciones legislativas de septiembre en este país miembro de la Alianza Atlántica, pero no de la UE. En paralelo, las encuestas reflejan un creciente apoyo a una adhesión a la Unión, aunque una mayoría de la población sigue estando en contra.