Notas sobre la polémica en torno a ‘El odio’
Pretender que cualquier libro que pudiera afectar a un menor se examine antes de salir nos llevaría a un mundo de censura previa

El mal es un aburrimiento. Pensar que tiene alguna profundidad es una superstición. En la mayoría de los casos se parece al río Huerva cuando pasa por Zaragoza: corto, sucio y con poca agua. Las lecciones suelen ser, ya se sabe, banales. Por supuesto, uno puede escribir sobre él, como sobre cualquier otro tema. Puede escoger el punto de vista que desee: es una opción narrativa. También puede escribir un libro malo, e incluso bueno. Como explicó Christopher Hitchens, en cuestiones de libertad de expresión, el valor de lo que se diga es irrelevante: lo importante es que pueda decirse.