Ollas ferroviarias y ‘putxeras’, la cocina a fuego lento que nació en un tren y está ganando velocidad
La versión moderna del artefacto es a la vez cacerola, horno, plancha, ahumador y, además, una cocina móvil

La olla ferroviaria (su nombre en Cantabria) o putxera (en el País Vasco) es un artefacto con historia que produce guisos exquisitos en varias horas de cocción. Nacida en un tren hacia 1915, producto de la necesidad de comer caliente de unos trabajadores que partían en un tren hullero desde la zona minera leonesa de La Robla hasta los altos hornos de Vizcaya, es un aparato compuesto por un recipiente metálico, en el que se hace la combustión del carbón vegetal, junto con un puchero de porcelana o barro encajado en el recipiente, donde se deposita la comida; todo ello va provisto de varias patas para la sujeción y un asa con empuñadura para su transporte. Es una tradición surgida en el frío del norte de España, una cocina a fuego lento que está ganando popularidad entre los chefs y los aficionados a la comida de cuchara. Es significativo que la empresa líder La Casa de la Putxera vende más de 500 ollas ferroviarias al año en España, Portugal, Francia, Alemania, Argentina…