Opulencia, pieles sintéticas y ropa interior: por qué la semana de la moda de Milán juega al más es más
Diseños que dan vueltas a la idea del poder y la ostentación se mezclan con colecciones inspiradas en el trabajo y lo utilitario. ¿Tiene sentido tirar de lo nostálgico y lo aspiracional como estrategia para recuperar las ventas del lujo?


El único hilo conductor que se puede trazar entre las colecciones presentadas durante la semana de la moda de Milán ha sido la vuelta de los abrigos de piel (sintética). Hacía mucho que marcas tan dispares no se ponían de acuerdo para apostar, cada una a su manera, por una tendencia concreta, una que, además, ya puede percibirse en la calle: hace unos días, The New York Times dedicaba un artículo a la vuelta de las pieles, esta vez compradas en tiendas de segunda mano y llevadas mayoritariamente por las nuevas generaciones. La que fuera una prenda asociada con las señoras de edades maduras y estilos de vida opulentos se la reapropian los jóvenes para darle, quizá, otro sentido. Tendencias nacidas en redes como mob wife (vestir de una forma maximalista y ostentosa desde la ironía) o esa corriente llamada old money, que simula la apariencia de los ricos de cuna, quizá hayan tenido que ver en el asunto.