Ortuzar mantiene en vilo al PNV
El líder nacionalista guarda en secreto la decisión sobre su continuidad mientras suenan voces discrepantes con su gestión. En las elecciones internas se imponen los candidatos oficiales
La militancia del PNV no se ha desviado un ápice del guion establecido por la dirección. El partido ya ha resuelto la renovación de sus cargos directivos territoriales, lo que ha hecho agitar el pulso interno más de lo acostumbrado. “El ruido es evidente”, admite un representante de la dirección del partido. Iñaki Anasagasti, exdiputado nacionalista entre otros cargos, opina que “hay una fatiga de materiales”. Hay juicios dispares para describir cómo llega el partido a un momento relevante de su historia reciente. Toca decidir quiénes serán sus líderes durante los próximos cuatro años. Ya se sabe que no seguirá ninguno de sus actuales presidentes regionales. Lo ha dejado Joseba Egibar, al frente de Gipuzkoa desde 1987 (salvo en el periodo 2000-2004); se ha despedido Itxaso Atutxa de la organización vizcaína, la más potente del partido, y se marcha también José Antonio Suso en Álava. Van a ser sustituidos, respectivamente, por María Eugenia Arrizabalaga, Iñigo Ansola y Jone Berriozabal, los tres candidatos propuestos por la línea oficial. Ahora todas las miradas están puestas en Andoni Ortuzar, presidente desde 2013, cuyo futuro mantiene entre interrogantes, lo que ha generado cierto nerviosismo de puertas adentro. No va a desvelar si lo deja o si continúa hasta el lunes 20 de enero, dos meses antes de que se celebre la asamblea nacional que aprobará la nueva composición de la Ejecutiva Nacional (EBB) y a su líder.