Por qué comer menos carne roja y procesada: de la relación con el cáncer a la demencia
Un estudio reciente relaciona el consumo de carne roja y sus derivados con una mayor prevalencia de deterioro cognitivo: estas son sus claves y algunas reflexiones prácticas

El consumo de carne roja y de los derivados o procesados cárnicos se relaciona con peores indicadores y pronóstico de salud desde hace décadas. En El Comidista ya tratamos el bombazo que supuso, en 2015, aquel informe de la OMS –de la mano de la IARC, Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer– la noticia de que la carne roja y sus procesados podrían aumentar el riesgo de cáncer. Tal y como se comentó entonces, y a pesar de la importante repercusión mediática de aquel informe, el asunto del efecto que tenían estos productos sobre la salud no era precisamente novedoso.