¿Por qué todo huele a pistacho? La obsesión por un olor que deja una huella adictiva
El aroma a este fruto seco, fresco y delicioso se incorpora a cremas, brumas y perfumes para dejar una huella adictiva, compleja y llena de matices. Expertos analizan el fenómeno

Las fragancias dulces y comestibles han vuelto, pero no como las recordamos. Las típicas notas de vainilla, café, o caramelo se renuevan con un soplo de aire fresco con el pistacho como protagonista. Está en todas partes. Según Spate, la plataforma de análisis de tendencias en la red, en 2023 las búsquedas de perfume de pistacho aumentaron un 68,5%, año en que las fragancias foodies crecieron a un ritmo frenético con 2.700 búsquedas mensuales de media y un crecimiento interanual del 139,6%. En el interés por el pistacho destacan las búsquedas “perfume de pistacho brûlée”, “perfume de helado de pistacho” o “perfume de pistacho y caramelo salado”. El informe también indica que las fragancias golosas aumentaron las búsquedas un 58,3 %. Jérôme Di Marino, perfumista de Mane y Académico Sillón Haba Tonka de la Academia del Perfume, explica el secreto de los perfumes gourmandise: “La traducción de esta palabra francesa es glotonería, que se caracteriza por el deseo fuerte y excesivo por alimentos golosos ricos en azúcar. Se considera un pecado capital que provoca ansia y adicción; porque el azúcar tiene en el cerebro un efecto similar al de las drogas. Al olerlas genera dopamina y, cuando baja, queremos olerlo para volver a sentir el subidón. Las fragancias dulces nos transportan a la infancia, a un lugar seguro y reconfortante. Con ellas sentimos una felicidad inofensiva, porque no es dañino oler un perfume”.